Existe una creencia muy extendida de que en aguas internacionales se puede hacer cualquier cosa, ya que al ser “territorio de nadie”, no hay ninguna ley que regule las actividades en esta zona. Pues bien, esto no es totalmente cierto y os vamos a explicar por qué a continuación.
Aguas internacionales: Definición
Las aguas internacionales son todas aquellas zonas de mar que no se incluyen dentro de ninguna unidad territorial ni pertenecen ninguna entidad económica. Por este motivo, no existen leyes como tal que regulen las actividades en estas áreas. Son las leyes internacionales las que regulan estos espacios sin dueño.
Por lo tanto, sí que existe una ley que concierne a las aguas internacionales, y esta ley se elabora conforme a los tratados internacionales que son firmados por la mayoría de los países. Sin embargo, es cierto que estos tratados y leyes tienen en muchas ocasiones vacíos legales, lo que ha extendido la creencia de que cualquier cosa puede hacerse dentro de estas aguas.
Las leyes de las aguas internacionales
Las aguas internacionales están regidas concretamente por el artículo 87 de la Convención, concretamente la de las Naciones Unidas sobre el Derecho de los usos de los cursos de aguas internacionales para fines distintos de la navegación. Este artículo que versa sobre las aguas internacionales dice que las actividades desarrolladas en estas aguas deberán tener siempre unos fines pacíficos, y que los países tienen libertad para realizar actividades como la pesca, investigación científica, navegación, sobrevuelo de la zona aérea, tendido de cables, construcción de tuberías submarinas, etc.
No obstante, a pesar de que las aguas internacionales están regidas por estas leyes, debemos tener en cuenta que son gestionadas de forma distinta dependiendo del país. Si cometes alguna infracción dentro de aguas internacionales, las consecuencias legales que puedan venir dependerán de la propia legislación del país al que pertenezcas. Es ilegal cambiar la bandera conforme a la legislación, y es un truco que suelen hacer los piratas modernos.
Y aquí es donde se presenta el problema respecto a estas aguas, ya que ocupan el 95% de todos los océanos y mares del planeta. Esto hace que no haya demasiada seguridad, ya que incluso en el caso de que se produzca algún acto ilegal, tan solo la autoridades competentes del país podrán actuar. Si el infractor o delincuente es español, por ejemplo, tan solo las autoridades españolas tendrán la potestad para intervenir. Es muy habitual la práctica en aguas internacionales de algunas actividades ilegales como la pesca ilegal o las masacres ambientales, pero debido a la poca vigilancia, la distancia y las pocas autoridades, este tipo de actividades son difíciles de controlar.
Muchas de las protestas entorno a este asunto se centran en que ningún organismo internacional se encarga de preservar la seguridad, ni el medio ambiente en estas aguas internacionales. Todos tenemos el deber de preservar no solo las maravillas que tenemos en tierra, sino también las que están bajo el mar.
Como conclusión, hemos de decir que las creencias habituales de que se puede hacer cualquier cosa en aguas internacionales no son ciertas. Sin embargo, existen ciertos matices. Si existe una ley que lo regule, pero hay poco control y pocas autoridades que puedan garantizar el cumplimiento de estas leyes.
Para navegar en este tipo de aguas, necesitas como mínimo, obtener el Capitán de Yate. Este título te habilita para navegar sin ningún límite geográfico.